sábado, 20 de abril de 2013

Relatos cortos de algún día perdido en alguna vida quizás ajena, o quizás no.

 Me dijo 'te quiero' mientras se introducía lentamente dentro de mi. Esa noche me hizo suya. Una noche más.
Me quedé helada a pesar de que la temperatura subía en cantidades brutas segundo a segundo. Tantas veces me dijeron esas dos palabras y nunca antes había reaccionado de aquella forma. 
Me quedé callada, no supe qué decir. Mi cabeza era en ese momento como uno de esos bombos de la lotería de Navidad que no dejan de dar vueltas para conseguir sacar la bola exacta que de el mayor premio. Y seguí, sin soltar palabra, a lo mío. Seguí a él. A lo nuestro. Al menos por unas horas.
  
 Era una locura empezar una relación, ser novios durante quince días. "Como una de esas historias de amor que salen en las películas", le dije yo. 
Iba a ser difícil, yo incluso dudaba y sabía a la vez que él no sería capaz de hacerlo. A mi me daba miedo, lo reconozco, pero se iba a marchar, no le iba a volver a ver quizás en años, quizás nunca. 
Pero, ¿qué locura era esa? Ni siquiera nos daría tiempo a enamorarnos, para cuando nos diéramos cuenta ya estaríamos despidiéndonos con un beso eterno y diciéndonos lo mucho que nos íbamos a echar de menos. 
Y quedó en el olvido el romance. Como muchas otras cosas entre nosotros, que también quedaron en el olvido.

 No es mal chico, no anda con mala gente y tampoco es un vago empedernido. Le conozco, aunque en realidad poco. 
Conocer a una persona hoy en día es cualquier cosa, pero conocer a una persona, para mi, es tener constancia de su canción, número, color o aroma favoritos. Saber qué quiere en cada momento y en cada lugar. Saber cómo va a reaccionar frente a una situación u otra. 
Y yo le conocía, pero no tanto. Ni él a mi. 
Ni nadie a nadie hoy en día.

 Le gustan las canciones pastelosas y como yo, es fanático de una serie de televisión que ya no emiten. 
Es buen amigo y tiene buenos principios y es buena persona aunque tiene fallos, como todos.
Nunca he estado enamorada de él, ni si quiera le he querido como a cualquiera de mis novios, ya que él no ha sido uno de ellos. Pero le tenía un cariño especial. 
Como él a mi, supongo. 
Eso era lo que me decía: "tú me das tranquilidad, confianza... eres especial. Y no tengo reparos en decir lo mucho que te quiero". 

¡Qué bonitas palabras!

  Qué bonito es que te digan 'te quiero' cuando estás haciendo el amor.